¡Mi vida!
Eres una bendición para todos los que estamos cerca de ti y recibimos del maravilloso ser que eres, y para todos los que a través de lo que portas de Dios, les llegas.
¡Gracias por ser tan especial, transparente, genuino y real!
Tendría mucho que decir de ti, tanto que me faltarían palabras… Pero sólo te digo que ¡TE AMO! Que eres el mejor esposo, padre, hijo y amigo.
Un hombre que no esconde secretos, que comparte todo lo que tiene para que otros lleguen tan o más lejos de lo que has llegado, un servidor dispuesto a hacer todo cuando se trata de ayudar, y lo mejor es que lo haces con excelencia.
Siempre he dicho que la primera edificada cuando estás ministrando en una tarima, ¡soy yo! Porque soy testigo de que predicas lo que vives y eres en el escenario, lo que eres en casa.
¡Mi apoyo, mi complemento, mi mentor, mi amor!
Que el propósito de Dios continúe su curso en tu vida, que alumbre tu luz de tal manera que sea visto el Señor en ti y glorificado sea su nombre con tus obras.
Oro a Dios hoy y siempre pidiéndole, en el nombre de Jesús, que te bendiga, y que sea sobre ti mayor gracia, unción y favor para ver de los próximos años, los mejores de tu vida, recibir lo que nunca antes recibiste y entrar por las puertas que antes no entraste.
¡Feliz cumpleaños, mi amor!
¡Te amo!